Delicado poeta porteño ha dedicado al Sr. Calleja sonetos sin par, glosando su arte, su estilo, su cátedra magistral, su sueño sin parangón que en palabras de tan insigne trovador, han devuelto la alegría a las fiestas de este rincón. Por mi parte, con permiso de Lope, Góngora o Quevedo, intentarle escribir quisiera al “personaje que Calleja se ha creado”, algunos ripios y asonancias, y si el día inspirado tuviere quizás, salga de estas simples letras, una grácil métrica alejandrina. Otra cosa no llegaré a alcanzar pues ni soy osado, ni poeta fino pero no por eso, vive Dios será que en desigual envite, deje de ilustrar la lirica estampa del “personaje que Calleja se ha creado” para su propio gozo y disfrute y señores porque no advertirlo, para que admirarse pueda su bella faz, su cuerpo grácil y etéreo, en sutil espejo oriental colocado estratégicamente en el techo de su aposento para soñarse todas las noche pues su infinita contemplación es su único sustento.
Que desde que el Rey Sabio, nos otorgase carta de naturaleza a aquesta muy leal y noble Villa, no ha habido un triste concejal de fiestas que hubiese alcanzado el honor y la encomienda de la tenencia de alcaldía. Hasta que el “personaje que Calleja se ha creado” llegó y el poder exigió poniendo sobre la mesa consistorial como único argumento, con desdén esgrimido, el slogan de L’Oreal Paris, ”porque yo lo valgo, nena” y al regidor claudicante para mantener su posición y no perder más apoyos, no le quedó más remedio, ante tamaña petición, que hocicar sobre los suelos del consistorio plenario.
Que de Oscar Wilde el “personaje que Calleja se ha creado” miles de veces ha confesado que se siente profundamente enamorado, y no ose nadie decir que no hallado sentirse íntimamente identificado con su obra predilecta, el retrato de Dorian Grey. Es tal la idolatría que siente por esa pintura que encargose un cuadro donde bello y joven se veía, busacndo la inmortalidad de su gran hermosura aunque con el diablo tuviese que pactar para seguir siendo mocito. Sin embargo, ahora que lo pienso por vida mía y todos los ángeles del cielo, que eso sería un agravio de tal osadía que rozaría la excomunión, porque el “personaje que Calleja se ha creado” ha vivido rodeado, desde su más tierna infancia, de Vírgenes y palios por toda Andalucía a las que viste y desviste con primor de exquisito devoto y para más inri cuando la confirmación tomó con voz de gallo gritó que renunciaba a Satanás y a todos sus pecados.
Pero aquí tiene un gran tribulación el “personaje que Calleja se ha creado” porque no pone ningún empeño en corregirse siquiera, ni acto de constricción seguir y todos los días se desvía pecando de vanidad malsana, de egolátrismo supremo, de superego mal diagnosticado, y de yoismo exhacerbado y todas estas transgresiones que en él fuertemente se concentran, tiene reflejo diario en el cuadro que se ha dedicado a su figura inmortal. Cada noche cuando llega observa su retrato y como se ha excedido en mucho exceso en su “porque yo diario”, alguna arruguitas le sale e incluso alguna pata de gallo y si hace mucho frio un dolorido sabañón. Una crisis de ansiedad le da cuando contempla tal desaguisado y corre como alma que lleva el diablo hasta su set de pinturas y con rímel y maquillaje base trata, sin conseguir que tal componenda, le eviten la tortura de la agonía de verse su joven estampa desfigurándose, cuarteándose y envejeciendo por mor de sus pecados.
Que el “personaje que Calleja se ha creado” en sus oníricos sueños permitidos, se gusta tanto así mismo que en su cartera ubriqueña ha dispuesto, con maña y buen tino, las fotos del DNI y su licencia de conducir frente a frente confrontadas para que continuamente besos se den entre sí, pues tal es la demostración de amor que siente por si mismo que no desaprovecha ni la más mínima ocasión para exteriorizarlo, a quién escucharele quisiera. No es un acto de engreimiento nocivo, no es narcicismo conspicuo, ni un superyó erróneamente precisado, ni un egoísmo soliviantado es que esa es su condición, no me sean mal pensados pardiez, que no me estoy refiriendo a la condición amparada por el articulo catorce de la constitución, sino a su poderío y gracia, a su casta y abolengo, pues emulando al rey sol francés el “personaje que calleja se ha creado” no se conforma con miajas sino que en sus delicadas manos quiere que descansare todo el poder absoluto para ser nombrado en vida, inmortal alcalde perpetuo y sin perder ni un minuto en su nuevo estatus glorificado, decretar el cambio del nombre de El Puerto para adaptarlo a su grandeza y delirio y así poder renombrarnos como El Puerto de Santa Calleja.
Que es tanto su afán de protagonismo que el “personaje que Calleja se ha creado” que sin pensar con mesura, a plena intemperie se ha encaramado en el pedestal de la estatua de la alegoría de la primavera situada en el portuense parque de la Victoria y allí ha quedado estatuado, con su pose hierática, su ojos negros arrodelados, sin esbozar sonrisa alguna y con el cuerpo en posición de medio escorzo, componiendo su figura la misma pose de artista en la que sale en todas las fotografías de notas de prensa y redes sociales y que muy temprano aprendió de sus años de aficionado como mimo en la madrileña Puerta del Sol, donde se ganaba la vida para poder comer caliente aunque fuese un bocata de calamares fritos, antes de encumbrarse a sí mismo como figura preeminente y de prestigio reconocida.
Que para tal ocasión el “personaje que Calleja se ha creado” por supuesto, clamare a Dios, por sus finas manos diseñado y bordado y sin tener en cuenta el dispendio de todo el atuendo adecuado, se halla coronado de laureles de plata de las minas del potosí, de túnica de fina seda traída desde Pekín que anuda grácilmente a su cadera con un cordón de oro sudafricano, y para disimular sus enclenques piernas con un greguesco bizantino se halla ataviado y como atrezo se ha dispuesto que en sus delicadas manos un arpa angelical descanse y en su parte posterior ha encargado una gran concha de viera traída del espigón de la puntilla para recrear la versión masculina de la Venus de Botticelli, pero con arte y compas, que para eso también corre por sus venas la afición al flamenquito.
Miles de devotos, todos los días, acuden en gloriosa romería para contemplar la estatua de la alegoría primaveral que el “personaje que Calleja se ha creado” para mostrarle su amor incondicional, para llamarle “Guapo, Guapo y Guapo” llenando de rosas de pitiminí y lirios inmaculados, el albero del parque victoriano y le ensalzan hasta la histeria cantándole por Pablo Alboran, por Miguel Poveda y a veces por Miguel Bose. Para ordenar un poco tanta algarabía, el consistorio ha dispuesto un pleno extraordinario para hacer un modificación de crédito de urgencia para traer dos consagrados artistas del famoseo nacional, Jorge Javier Vázquez y el inimitable Boris Izaguirre para que estén en la misma onda que el “personaje que Calleja se ha creado”.
Que una asociación sin ánimo de lucro, ni políticamente ideologizada, se ha creado ante el fervor y devoción que se ha despertado en torno al “personaje que Calleja se ha creado” que con aportaciones voluntarias, fondos propios y alguna campaña de crowdfunding, han empezado a recoger firmas para que sea nombrado en vida alcalde perpetuo inmortal y que para cuando eso sea factible, han acudido a por todos los diseños, de estilo Manuel Pertegaz, que el artista poseía a buen recaudo para confeccionarle un traje de distintos tipos de oros, perlas y brillantes de corte bizantino que un alcalde perpetuo hoy en día no es caso frecuente y para que no le falte ni gloria, hasta una de sus coronas le ha sido encargada a unos joyeros de Córdoba que gozan de gran prestigio para que corone sus testa divina.
Que una noche de otoño, sin que nadie lo anunciare sus fervorosos devotos no pudieron aguantar su ardor y rápidamente saltaron la verja del parque de la Victoria, emulando a los bravos almonteños. Y así de esta manera, bajaron de su pedestal ornamentado al “personaje que Calleja se ha creado” para subirle en un trono gustosamente decorado por ricos panes de oro y mármoles traído expresamente de Carrara. El lujoso traje le colocaron y su corona recibió y con gran majestuosidad su cabeza quedo por siempre coronada. El trayecto concertado arrancaba al principio de la calle Larga y tenía como final del recorrido el consistorio de Peral. La procesión fue tan magna que dos días duró y no le falto ni el más mínimo un detalle pues en su sueño era así y lo tenía diseñado desde la cuna.
Medios de todo el mundo cubrieron la magna coronación en vida del alcalde perpetuo inmortal del “personaje que Calleja se ha creado”. Embajadores presentaron sus credenciales y El Puerto de Santa Calleja, se convirtió en el nuevo lugar de culto y peregrinación para que los fieles de todo el mundo bajo la magnanimidad del “personaje que Calleja se ha creado” pudieran besar su mano y levantando la mano como un nuevo pantocrátor, darles su bendición y despedirlos en tercera persona mayestática como se merecen con “Nos, Calleja te quiere”
Como al inmortal alcalde perpetuo en vida del “personaje que Calleja se ha creado” no lo voy a molestar con cuestiones mundanas como, mi calle, en una urbanización de Costa Oeste, lleva con las aceras levantadas más de diez años. ¿Mi calle, pá cuando?, le voy a recomendar cariñosa y humildemente la lectura de mi nuevo libro, Mis Mundos Menores, que puede su Usía encontrar en la librería Zorba en calle Larga 84, pero no se vaya Vuestra Señoría a creer que al ostentar el gran honor de ser alcalde perpetuo inmortal, le regale un ejemplar de mi libro porque la Cultura siempre se ha de pagar.
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