La Demarcación de Costas de Andalucía-Atlántico ha finalizado las obras del nuevo tramo del sendero peatonal ejecutado entre la zona de Vistahermosa y Las Redes, en el término municipal de El Puerto. Las obras han tenido un presupuesto de 791.340 euros con cargo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Según ha indicado la Subdelegación en una nota y que recoge Europa Press, tras la adjudicación en junio del pasado año de los trabajos, que contaban con un plazo inicial de 14 meses, el esfuerzo de técnicos y trabajadores permitió finalizar esta infraestructura antes de la fecha inicialmente prevista, de forma que el nuevo tramo de paseo de 1.350 metros de longitud, denominado 'Blas de Lezo', fue abierto al público a finales de marzo para que los usuarios pudieran utilizar el sendero en Semana Santa, al tiempo que se protegían sus sistemas dunares.
Con la llegada del verano el paseo está plenamente operativo, una vez ejecutados los trabajos de alumbrado, rehabilitación de la fortaleza de La Arenilla y rehabilitación dunar del entorno.
Este enclave natural cuenta ya con un paseo para peatones y ciclistas que prolonga el ya existente, que discurre paralelo al borde litoral por la zona de servidumbre de tránsito, hasta sumar un total de 2,5 kilómetros totalmente accesibles para que las personas con movilidad reducida también puedan disfrutar de su uso.
El proyecto de sendero peatonal surgió como necesidad de crear un corredor costero que uniera Las Redes y Vistahermosa, dando accesibilidad a los usuarios de las mismas, y prolongando el ejecutado en 2018 entre Fuentebravía y Las Redes. Con esta actuación queda solo pendiente el tramo de aproximadamente un kilómetro de la urbanización Vistahermosa, entre Mochicle y La Calita, para cerrar todo el frente costero portuense desde Puerto Sherry hasta Fuentebravía.
El proyecto adopta un paseo peatonal formado por una plataforma de madera ligeramente elevada y por tramos pavimentados en el entorno de zonas urbanizadas, respetando el entorno natural para minimizar impactos.
Se pone a disposición de los usuarios un sendero peatonal, dotado de alumbrado en toda su longitud, que permite el paseo cómodo en todo su recorrido, incluidas las personas con movilidad reducida ya que el sendero no supera el seis por ciento de pendiente máxima en ningún tramo.
Asimismo, ha añadido que se minimiza la afección a las zonas naturales (Dunas de Mochicle) por las que se transita, adoptando la solución de sendero según las características del entorno en cada tramo, un proyecto que viene a mejorar una zona residencial y turística de gran valor para todos los portuenses.
Igualmente, se ha instalado alumbrado público mediante balizas en el tramo inicial del residencial y turística de gran valor para todos los ciudadanos.
Según ha explicado la Subdelegación, un primer tramo, de unos 200 metros y con pavimento de adoquín, se inicia en el paseo de madera de la primera fase y continúa hasta el final de la urbanización Horizonte. Tiene una franja de ajardinamiento y se ha reparado el muro de escollera.
El segundo tramo, de casi 600 metros y realizado en madera, se inicia con un tramo de escalera para salvar la diferencia de cota. El resto del sendero rodea la antigua batería de La Arenilla, objeto de acondicionamiento y consolidación, para seguir con su trazado por el entorno natural de las dunas de Monchicle hasta conectar con la rampa de madera existente, que da acceso a la playa. Se crea un acceso adaptado en la zona de la nueva escalera, y se habilita un nuevo acceso a la playa junto a la batería de La Arenilla.
El tercer tramo, de 600 metros, cuenta con un sendero de hormigón o adoquín adosado a los viales, un tramo de sendero de madera de acceso a playa que cumple con la normativa de accesibilidad y, por último, la sustitución de una barandilla metálica en el tramo frente a la urbanización Monchicle. A lo largo del trazado se ha instalado diverso mobiliario urbano, como papeleras, bancos o jardineras.
Igualmente, ha destacado la consolidación que se ha hecho del fuerte de La Arenilla, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), con el afianzamiento de sus elementos arquitectónicos y la eliminación de los grafitis que lo cubrían casi en su totalidad, dotándolo de un mirador a la bahía y de un panel explicativo.