Apemsa ha firmado este viernes el contrato para la construcción del Tanque Anticontaminación de La Puntilla, en la Avda. de la Bajamar. Con esta inversión, de 13.347.404 € (IVA incluido) se asegura un mayor control de las aguas pluviales en la ciudad.
La obra consiste en la construcción de un depósito enterrado de gran capacidad, al inicio del Paseo José Luis Tejada, en la ubicación de la actual estación de bombeo, desde donde se impulsarán las primeras aguas de lluvia con carga contaminante a la depuradora de Las Galeras.
En presencia del alcalde Germán Beardo, presidente de APEMSA, se ha firmado el contrato entre APEMSA, representada por su director gerente, Juan Ángel Poyatos García, y la empresa adjudicataria de las obras, Gestión y Ejecución de Obra Civil S.A.U, a cargo de Fernando Sánchez Jiménez. La firma del contrato permite el inicio de las obras, con un plazo previsto de 15 meses.
Germán Beardo ha indicado que el “Tanque anticontaminación y Estación de Bombeo de La Puntilla” es “una obra técnicamente compleja, por su ubicación colindante con el rio Guadalete, donde también es fundamental mantener en funcionamiento la infraestructura existente durante la ejecución de los trabajos”.
Un tanque anticontaminación, también llamado de tormentas, es un gran depósito preparado para retener el agua de la lluvia, que evita que en caso de lluvias torrenciales, llegue al río la suciedad de las calles, generada por el tráfico (aceites y grasas) o por la actividad en la ciudad (plásticos, papeles, mascarillas, colillas, …). Cuando las primeras aguas de lluvia, que son las más contaminadas, llegan al tanque a través de las alcantarillas, pasan por un depósito que por su diseño, retiene estos materiales. Si la lluvia persiste y el tanque se ha llenado, las aguas de lluvia, ya sin contaminación, se vierten al río a través de un aliviadero y mediante bombeo de aguas pluviales.
Apemsa va a construir un tanque anticontaminación de gran tamaño en la actual ubicación de la avda. Bajamar, en el que se pueden almacenar hasta10.000 m3 de agua de lluvia, que es el equivalente a 4 piscinas olímpicas. Además del bombeo de aguas pluviales hacia el río, la instalación está equipada con un bombeo de aguas residuales, que es el que permite llevar hasta la depuradora las primeras aguas de lluvia, que son las que se han retenido inicialmente junto con los sólidos.
La puesta en servicio de esta importante infraestructura contempla el traslado de la actual Estación de bombeo de aguas residuales situada en la calle Aurora y la modificación de los colectores de aguas fecales y pluviales del entorno.
Germán Beardo ha indicado que “los beneficios serán innumerables y seguiremos apostando por una ciudad más sostenible”.