Disfrutando de la Feria 2019.

Disfrutando de la Feria 2019.

Francisco Aurelio Dávila Rosso (Tribuna libre).- Lejos quedaron aquellos días en los que ir a la feria no suponía una ruina para los bolsillos de los portuenses y en los que se podía volver incluso con dinero a casa.

Hoy día, ir a la feria de El Puerto es caro para todos los que tienen empleo y sueldo pero se convierte en tarea casi imposible para los que no presumen de tales privilegios.

En casetas por ejemplo como "La Peineta", una maceta de “Rebujito” le costará nueve euros y en alguna otra, esa cifra alcanzará incluso los once. Eso significa que unos padres con tres hijos jóvenes estudiantes deberán hacer un desembolso de al menos casi setenta euros al día para que sus hijos puedan a lo largo de todo un día comprar  y compartir dos macetas con sus allegados. Si la bebida encima, la acompañan con comida, la suma roza cifras aterradoras.

Y he ahí la pregunta ¿Por qué han de beber obligatoriamente los jóvenes en la feria?  Y he aquí una respuesta clara y sencilla: Tratándose de la feria del Vino Fino,¿ qué hacer si no?

Es cierto que hay alguna caseta que nos vende “Rebujito” de Manzanilla a un precio bastante irrisorio llegando incluso a los dos euros, pero viendo los precios a los que asciende ese producto en el resto de casetas, comprarlo a un precio tan bajo nos parece hasta poco fiable.

No extraña en absoluto que el famoso botellón vaya en aumento en los próximos años y que la gente venga con la comida y la bebida de casa, puesto que para cualquier persona joven sin trabajo, ir a la feria se ha convertido en un lujo lejano sobre todo, si se tienen hijos o responsabilidades, en cuyo caso , es preferible quedarse en casa y ahorrar para algún viaje o para cuestiones más productivas que pagar más de diez euros por cada media botella de fino y algo de refresco; algo que en cualquier prefería de las que se celebran en la ciudad en las fechas anteriores a la Feria , le costará la mitad  y en ocasiones incluso menos.

Si los precios siguen en aumento y los sueldos siguen sin subir y el paro sin disminuir, la feria quedará solamente como un privilegio al alcance de unos pocos y los portuenses sin trabajo tendrán que conformarse con ir comidos y bebidos de casa o con ver disfrutar a los que sí pueden permitírselo.

Lo que queda claro es que entre los 2,40 euros que cuesta la ida y la vuelta en autobús urbano, en los cuales para este servicio no nos permiten ni usar el Bono Bus ni la tarjeta del Consorcio de transporte, si le sumamos el precio del “Rebujito” y el precio de la comida, no solo no nos quedará para montar a los hijos o sobrinos en ninguna atracción sino que en algunos caso, no quedará “ni para pipas” .

Encontramos pese a todo, alguna casetas en las que las cifras son medianamente moderadas, como por ejemplo la histórica caseta de Comisiones Obreras (C.C.O.O) en las que la media botella de Fino Pavón asciende a 4,50 euros y la Jarra/ Maceta de “Rebujito” a seis, aunque eso sí, no te ofrecen catavino alguno sino que han ustedes de conformarse con los ya tradicionales aunque bastante cutres mini-vasitos de plástico.

Por tanto, les aconsejamos que si van a la feria preparen ustedes la cartera o vayan precavidos y dispuestos a gastar bastante dinero y sí tienen hijos, a dejarse el jornal de todo un mes en pocos días. Los precios cada vez se asemejan más a los de la Feria de Sevilla y no nos extrañaría nada, que cualquier año nos encontremos con alguna caseta privatizada y  en la que nos pidan carnet de socio al entrar.

Solo cabe decir… ¡Viva la feria del Vino Fino para el que pueda pagarla!

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Fe de errores: En el artículo original se nombraba por error a la caseta "La Cayetana", no siendo correcto ya que el autor quería hacer referencia a la caseta "La Peineta".