Plaza de Toros.

Plaza de Toros.

La Tertulia Taurina El Monasterio lamenta comunicar que tras la reunión mantenida por la Junta Directiva, ésta ha decidido suspender la XXX edición del PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA.

La decisión ha sido motivada por la incertidumbre generada en torno a la celebración de la próxima temporada taurina, debido a las obras que se tienen que acometer en la plaza de toros, y a las manifestaciones realizadas por el empresario taurino Juan Reverte a los medios de comunicación afirmando que “se nos han roto todos los proyectos y las ilusiones para El Puerto, para devolverle ese caché y prestigio que siempre ha tenido…”.

Aunque tradicionalmente el pregón se celebraba en los prolegómenos de la Feria y Fiesta del Vino Fino en torno a los meses de abril o mayo, como novedad, en esta edición la Junta Directiva había acordado trasladar el acto al mes de julio, debido a que en los últimos años no se llegaban a celebrar espectáculos en feria.

A la fecha de tomar la decisión aún se desconoce el alcance de las obras a ejecutar, así como la contratación de las obras y el plazo.

Esto nos lleva a ser pesimistas y en común acuerdo con la persona designada para pronunciar el pregón, se ha decidido correr el turno.

La temporada taurina portuense ha sido una de las citas importantes del calendario taurino y corre el peligro de no celebrarse por la ineptitud del alcalde de El Puerto David de la Encina, a quien hacemos máximo responsable de la decadencia de la fiesta en nuestra ciudad, ya que, según se nos informó por parte de la concejala de plaza de toros en la reunión mantenida el pasado 30 de abril, desde el mes de octubre se conocían los problemas en la estructura del edificio y no ha sido hasta ahora, a pocas semanas de la presentación de los carteles, cuando han tomado cartas en el asunto.

Parece ser que nuestros representantes municipales no tuvieron bastante con echar a Sanlúcar de Barrameda a los alumnos de la Escuela Taurina La Gallosina en su fiesta de fin de curso, y ahora pretenden exiliar a los aficionados portuenses para ver espectáculos taurinos.