Contenedores sobrepasados por la basura en El Puerto.
Daniel Bastida (Desde La Pasarela).- De nuevo, una vez más, las desavenencias entre la empresa de la que es presidenta Esther Koplowitz, trabajadores, y el Consistorio; el resultado: montañas de basura sin recoger por las calles de El Puerto de Santa María. Lejos de debatir en estas líneas acerca de la profesionalidad y salario de los barrenderos, el asunto debe tratarse desde otra perspectiva en la que se llegue a un consenso entre las partes implicadas en el conflicto. No consiste en perseguir al regidor para hacerle un escrache durante un acto publico sino en sentarse y negociar un nuevo convenio colectivo entre una plantilla y su empresa. Hay que negociar aunque sea por Fray Escoba, oiga.
La fractura viene de lejos, quizás desde el primer momento en que salió a concurso el servicio de recogida de residuos y limpieza viaria y se optó por la contrata más costosa de todas. Y es que si retrocedemos en el tiempo, hasta la época del “Nandismo”, cuando era Sayse la concesionaria, ciertamente la ciudad parecía menos dejada en materia de limpieza, la infraestructura y el personal eran los necesarios y los enfrentamientos eran menos frecuentes aunque si los había ahí estaba el propio alcalde para solucionarlos dando incluso lecciones de cómo baldear las calles. Eran otros tiempos. Fue entonces cuando la megalomanía y el despilfarro sin previsión de futuro arribaron al área medioambiental de la mano del sempiterno jefe de servicio y su giro al sistema. Con esto se logró entrampar a un incauto gobierno municipal de la mano del gigante Fomento de Construcciones y Contratas y su canon anual brutal. El nepotismo y los privilegios laborales llegaron de la mano y lamentablemente el número de personal y equipamientos aumentaron de manera inversamente proporcional a la calidad del servicio a lo que se unió la adquisición de una flota de vehículos y maquinaria de lo más sofisticado y caro. ¿Alguien vio alguna vez en acción un artilugio antiexcrementos caninos denominado motocaca? A todas luces quien más provecho sacó de la gallina de los huevos de oro fueron los señores sindicalistas negociando un convenio de una prerrogativa inusual con ejemplos como el de los artículos 20 y 21 donde se premia a la puntualidad con 134,38 € y se gratifica con 67,01 € con motivo de la festividad del Patrón de la actividad. Tal como suena.
La cosa está realmente malita con esta huelga indefinida y adquieren un cariz preocupante aspectos como la salubridad e higiene, mientras tanto el churrete campa a doquier por las calles ante los ojos y narices de atónitos ciudadanos y turistas. Demasiada faena luego para Mister Proper.
¿De verdad es tan difícil flexibilizar posturas entre todos? Háganlo por una ciudad que no se merece esto y por todos los portuenses que pagan sus impuestos.
Y por San Martín de Porres.
