Toca votar.

Toca votar.

Juan Bta. Poquet Grimalt (Tribuna libre).- A menos de un mes para las elecciones locales el ambiente está enrareciendo el panorama político a nivel nacional y municipal, seguro que vendrá días más agitados conforme nos acerquemos al domingo 26 de mayo. La principal causa, una crispación que va in crescendo.

 Entendemos por estrategia de la crispación un desacuerdo permanente y sistemático sobre algunas iniciativas del antagonista político, presentadas desde la otra parte como un signo de cambio espurio de las reglas del juego y, en última instancia, como una amenaza a la convivencia o al consenso democrático. Esta estrategia no se da en democracias maduras, signo evidente de que la nuestra no lo es.

El gobierno de la Junta de Andalucía compuesto por PP y Cs, tienen como socio necesario a Vox. Aunque no lo reconocen explícitamente, aunque Casado diga ahora después del hundimiento en las  generales que Vox es ultraderecha. Lo necesitan para gobernar y atienden sus demandas y exigencias. Esto provoca y genera mayor crispación política y ciudadana.

Vox asegura que la Junta le ha comunicado que más del 50% de los trabajadores de violencia de género no están colegiados. Susana Díaz critica al Gobierno andaluz por "ceder a los chantajes de la extrema derecha". El vicepresidente de la Junta Juan Marín de Cs dice a Vox que los trabajadores de violencia de género tienen la capacidad y preparación suficiente para hacer su trabajo. UGT y CCOO consideran este hecho “infame” y critican la entrega de datos sobre los trabajadores a Vox.

¿A quién beneficia estas provocaciones, peleas, insultos y descalificaciones? No está claro de a quién beneficia la crispación; está más claro quién resulta perjudicado si se agria el debate, que es el debate mismo, porque toman por crispación la marrullería y el golpe bajo y confunden la ocurrencia con la originalidad. Lo que sufre es aquello que se conoce como el nivel, que cuanto más cae más agrava la brecha entre el común de la gente y la gente que se dedica a la política y a contarla. ¿A quién beneficia entonces que se nieguen unos a otros?

Realmente no sabría qué contestar, lo que si tengo claro es que a la gente de a pie, a ti, a mí, todo este clima generado y teniendo este mes de Mayo de elecciones municipales, no nos ayudará ni nos ilusionará oír vetos, desprecios, ni ver como se pelean los de izquierdas ni ver como se echan en cara y culpan de sus males los de derecha.

Señores, señoras, políticos y políticas, por una vez ¿podrían dedicarse a decir que van a hacer por los ciudadanos de El Puerto sin mentir, sin prometer cosas incumplibles, sin “machacarse” unos a otros, sin buscar un bienestar para ustedes y tener realmente en cuenta a quienes vamos a votarlos?

El Puerto, los porteños, queremos y exigimos que nuestros representantes amen respeten y luchen por una ciudad amable, acogedora, con encanto y atrayente para empresarios, vecinos y quienes nos visiten. Menos crispación y más tolerancia. Menos promesas y más realidades.