Toca votar.

Toca votar.

Juan Bta. Poquet Grimalt (Tribuna libre).- Empecemos aclarando que la política es necesaria, la política está en nuestras vidas por lo que nos afecta en nuestro día a día y sin olvidar que afecta a nuestro futuro y  bienestar. No podemos ignorarla ni podemos prescindir de ella.

Quien piense que no va con él o ella, está olvidando que formamos parte de la política y de quienes a través del voto nos representan. Votar compromete. Votar exige. Votar a un partido político que nos represente exige a nuestros representantes una entrega y un servicio a la ciudadanía. Hay que tener muy claro que son elegidos para SERVIR AL PUEBLO, nunca para el beneficio de los elegidos ni de sus partidos.

Siendo así, nos podemos preguntar, ¿a quién debo votar? ¿Quién, que partido político,  que personas deben representarme como ciudadan@? Los programas electorales no se cumplen, es papel mojado, son palabras que se las lleva el viento. ¿Qué pasa pues? ¿Todos son iguales?  Muchas preguntas vienen a la cabeza, el voto útil, ¿es una opción?

La derecha siempre es fiel, siempre votan sus simpatizantes. La izquierda al contrario, pocos militantes y simpatizantes mantiene la fidelidad a la hora de votar. Afecta mucho la división en los partidos de izquierda. Los protagonismos, egos, luchas internas, todo esto afecta mucho a los posibles votantes. No nos dejemos utilizar, pensemos y decidamos quien nos aportará más.



Falta en mi humilde opinión, conciencia ciudadana de cuáles son nuestros derechos y obligaciones a la hora de elegir a nuestros representantes políticos. Y falta en la clase política, conciencia de SERVIDORES PUBLICOS. Falta honestidad, honradez y fiabilidad en muchos de quienes nos piden el voto.

A la gente de nuestro pueblo no les quita el sueño Cataluña, ni las luchas políticas de los que quieren quitarnos derechos como el aborto… ni ellos mismo  saben lo que quieren. Nos quita el sueño la falta de empleo digno, la falta de atención sanitaria, las pensiones dignas, el funcionamiento de la justicia que nos trate con igualdad. Pan y circo sobran.

Elegir a quién votar no es difícil si pensamos antes cuáles son nuestras necesidades y prioridades. No es difícil si somos capaces de descubrir credibilidad y honradez en quienes nos inundan con palabras y papeles. Los derechos sociales adquiridos no podemos perderlos.  No perdamos los derechos adquiridos socialmente, ni perdamos  la memoria histórica.